domingo, 24 de febrero de 2008

La cometa eléctrica de Benjamín Franklin

Sin duda el más famoso de los experimentos científicos, en los que se vio implicada una cometa, fue el realizado en junio de 1752, por el científico y político Benjamin Franklin, el cual se encontraba realizando ensayos con electricidad, en uno de ellos elevó su famosa “cometa eléctrica” en un día de tormenta. Comprueba, a través de una llave atada a la cuerda, que se producen descargas eléctricas, llegando a demostrar la naturaleza del rayo, e inventando el Pararrayos:

"Fabrique una pequeña cruz con dos tiras delgadas de cedro. Los brazos de la misma deben tener la suficiente longitud como para abarcar las cuatro esquinas de un pañuelo de seda extendido; ate las esquinas del pañuelo a cada uno de los extremos de la cruz y ya tiene el cuerpo de una cometa que, convenientemente completado con una cola, una anilla y cordel, se elevara por los aires, al igual que los que se confeccionan con papel; claro que al ser seda aguantará mejor, sin rasgarse, una tormenta de agua y viento. En el extremo superior del palo longitudinal de la cruz se fija una punta metálica muy afilada, que debe sobresalir un pie, o más, de la madera. En el extremo inferior del cordel, próximo a la mano, debe atarse una cinta de seda, y se puede atar una llave donde se une aquél y la cinta. Esta cometa debe remontarse cuando se aviste una tormenta eléctrica, y la persona que sostenga la cuerda debe situarse en el vano de una puerta o ventana, o bajo algún otro lugar cubierto, con el fin de que no se moje la cinta de seda; también debe procurar que la cuerda no roce el marco de la puesta o la ventana. Tan pronto como se ciernan sobre la cometa algunas nubes tormentosas, la aguzada punta atraerá el fuego eléctrico que hay en ellas, y la cometa, al igual que la cuerda, quedará electrizada, y las hilachas del cordel se erizarán y experimentarán la atracción de un dedo que se les acerque. Y cuando la lluvia haya mojado la cometa y la cuerda, quedando en condiciones de conducir libremente el fuego eléctrico, comprobará que fluye con abundancia de la llave en la proximidad de su articulación. En esta llave se puede cargar la redoma y con el fuego eléctrico así obtenido se pueden inflamar los alcoholes y se pueden realizar todos los demás experimentos eléctricos que generalmente requieren el frotamiento de un tubo de cristal; por lo tanto, queda demostrada sin lugar a dudas la identidad de la materia eléctrica del rayo"

Benjamin Franklin. The Pennsylvania Gazette, 19 de Octubre de 1752

Ni que decir tiene el gran riesgo que corrió Franklin en este experimento, posteriormente otros científicos, que osaron repetir el mismo, murieron en el intento. Que a nadie se le ocurra repetirlo.

domingo, 3 de febrero de 2008

Ciencia para la ciudadanía

La actual Ley Orgánica de Educación (LOE) crea para bachillerato una nueva asignatura denominada Ciencias para el Mundo Contemporáneo.

Con el objetivo de despertar el interés por la ciencia de las generaciones futuras, esta materia se impartirá tanto en las especialidades de ciencias como en las de humanidades. El uso del periodismo científico como fuente de material didáctico es, en opinión del profesor Titular de Filosofía de la Ciencia de la Universidad Nacional a Distancia (UNED), Jesús Bonilla Zamora, "una opción a considerar".

La Tercera Encuesta Nacional sobre la Percepción Social de la Ciencia, confeccionada por la Fundación Española de la Ciencia y Tecnología (FECYT) en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), destaca en su avance publicado a finales de 2006 que "la valoración social de los científicos e investigadores y de las instituciones en las que desarrollan su labor es muy positiva, pero el interés por la ciencia y la tecnología es muy moderado". Refleja, además, que un 65% de los encuestados están en contra de que se recorte el gasto en ciencia y tecnología aunque, a la hora de elegir temas a los que dedicar más presupuesto público, la ciencia no ocupa un lugar destacado: aparece en el sexto lugar de una lista de nueve posibles ámbitos.

El 53% reconoce haber recibido una baja formación científica, mientras que el 48% considera que los medios de comunicación no cubren adecuadamente las necesidades informativas sobre ciencia y tecnología. Resultados como éstos ponen de manifiesto la necesidad de dedicar esfuerzos para conseguir un mayor interés por divulgar la ciencia a la sociedad.

La nueva asignatura planteada por la LOE tiene la peculiaridad de que deberá ser cursada por todos los alumnos de bachillerato, independientemente de su especialidad. Y es que, nace con la finalidad de que los estudiantes sean capaces de "formarse opiniones fundamentadas sobre cuestiones científicas y tecnológicas" y de que puedan "conocer el significado cualitativo de algunos conceptos, leyes y teorías".

El carácter común de esta materia intentará paliar la escasa base cultural científica que aqueja actualmente a aquellos alumnos que optan por las letras en bachillerato. Es un hecho que durante cualquier reunión social entre personas con una titulación universitaria en humanidades, nadie reconocería su desinterés por el arte, el teatro o la literatura. Pero, ante cuestiones científicas, es probable que una gran mayoría responda sin ningún rubor: "yo de eso no entiendo, soy de letras".

Sin embargo, y tal y como recuerda la LOE, el reto para una sociedad democrática es que la ciudadanía "tenga conocimientos suficientes para tomar decisiones reflexivas y fundamentadas sobre temas científico-técnicos de incuestionable trascendencia social" y poder "participar democráticamente en la sociedad para avanzar hacia un futuro sostenible para la humanidad".

Por ello, la asignatura de Ciencias para un Mundo Contemporáneo pretende, según el currículo propuesto por el Ministerio de Educación y Ciencia, que los alumnos "aprendan a distinguir la información científica de la que no lo es y conozcan las reglas básicas de la investigación, poniendo también especial hincapié en sus limitaciones y errores". Del mismo modo, intenta que los estudiantes pongan en práctica "actitudes y valores sociales como la creatividad, la curiosidad, el antidogmatismo, la reflexión crítica y la sensibilidad ante la vida y el medio ambiente", todos ellos "útiles para el avance personal, las relaciones interpersonales y la inserción social".

Este mismo documento expone los contenidos mínimos de la asignatura, que tratan desde las teorías actuales que explican el origen del Universo, la formación de la Tierra o el nacimiento de la vida en ella, hasta la importancia de la salud, los avances médicos, la ingeniería genética o la clonación y sus implicaciones bioéticas. No se olvida de analizar las causas del calentamiento global y los compromisos necesarios para atajar sus efectos.

Hay también una parte dedicada a los materiales de última generación y la importancia del reciclaje, así como a las nuevas tecnologías como Internet o la telefonía móvil. El desarrollo de todos estos contenidos deberá de aparecer en los futuros libros de texto que se confeccionen para esta asignatura, que se espera poder impartir en el curso 2008/09.

EL PAPEL DEL PERIODISMO CIENTÍFICO EN LA NUEVA ASIGNATURA

El uso del periodismo científico como material didáctico para esta nueva asignatura es una opción a considerar como alternativa a un libro de texto. En esta línea, el profesor Titular de Filosofía de la Ciencia de la UNED, Jesús Zamora Bonilla opina que el objetivo de esta asignatura "no es tanto el de transmitir un conocimiento técnico sobre las materias científicas, sino el de que el alumno se familiarice con las implicaciones sociales y culturales de la ciencia". Se trata de que adquiera una visión "lo más correcta posible de cómo funciona la investigación científica y cuáles han sido los descubrimientos más relevantes".

El currículo de la asignatura "no es un conjunto cerrado de contenidos", sino "una propuesta flexible que se debe y se puede ajustar a los intereses personales y colectivos de cada momento y lugar", explica Zamora, e insiste en que, por ello, el uso de los medios de comunicación es "totalmente recomendable como material básico, tanto en el aula, como para el trabajo de los alumnos" porque la información científica es cada vez "más habitual en la prensa escrita y en la televisión, por lo que ofrece un material muy interesante".

Sin embargo, el papel didáctico de los medios de comunicación no está muy reconocido entre los profesores de ciencias encargados de impartir esta nueva asignatura. El profesor de secundaria de Física y Química del Colegio Sagrado Corazón de Jesús - Gutenberg de Madrid, Santiago Clúa Nieto, reconoce que las noticias en los medios de comunicación "desinforman más que informan". Explica que sus alumnos comentan noticias que ven en televisión "dándole el mismo valor que lo que ven en clase". Si se contradice con lo que se enseña, "piensan que es el profesor el que se equivoca".

Por otro lado, durante el curso de verano de la UNED celebrado en Denia (Alicante) el pasado mes de julio, el profesor Titular de Periodismo Especializado de la Universidad Carlos III de Madrid, Carlos Elías, recuerda que los medios de comunicación son "los formadores de la opinión pública", un hecho del que "conviene sacar partido". Además, Elías insiste en que un buen artículo de un periodista científico "puede ofrecer una visión del hecho del que se pueden sacar enseñanzas". Asimismo, afirma que la formación del profesorado en el uso de los medios de comunicación en el aula "no es la existente en otros países" pero el trabajo que llevan realizando asociaciones de profesores como el Grupo Comunicar en Andalucía "ha permitido que el uso de los medios en el aula se vaya divulgando".

LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS EN EUROPA

El Eurobarómetro de 2005, señalaba que tan sólo el 15% de los europeos está satisfecho con la calidad de la enseñanza de las ciencias durante su etapa de educación obligatoria. El experto pedagogo y catedrático del King's College de la Universidad de Londres, Jonathan Osborne, refiriéndose al modo de enseñar las ciencias señaló en una entrevista, publicada en el diario El País el 15 de mayo de 2006, que la ciencia se presenta de una manera "muy autoritaria, con falta de pedagogía y capacidad de transmisión." Osborne considera que la ciencia "no es fácil" porque el conocimiento es "acumulativo" y su aprendizaje "requiere disciplina y esfuerzo con pocos resultados a corto plazo". A esto se añade la circunstancia de que haya "muy pocos profesores buenos de ciencias", dando lugar a que los alumnos "se interesen poco las asignaturas científicas"

Un informe, publicado en abril de 2006, elaborado por un grupo de expertos para la comisión para la Ciencia e Investigación del Parlamento Europeo, presidida por el ex primer ministro francés y actual eurodiputado socialista, Michel Rocard, pone de manifiesto que la mayoría de los profesores "utilizan una metodología que aboca a los alumnos a memorizar los conceptos científicos más que a su comprensión".

Esta opinión es compartida por el catedrático de ciencias naturales del Instituto Badia del Baver de Alicante, Daniel Climent i Giner, que afirma que muchos de sus compañeros "imparten su asignatura apoyados completamente en un libro de texto". Esto, que es muy cómodo para el profesor, hace que los alumnos, "adquieran unos conceptos totalmente teóricos y sin saber realmente qué papel juegan en la vida cotidiana". En su opinión, la mejor forma de aprender es "cuestionándose el porqué de las cosas", y así mirar a la ciencia como "un instrumento que permite conocer, interpretar y cambiar el mundo".

Así pues, el debate sobre la importancia de la enseñanza de las ciencias en la sociedad coincide con la declaración de 2007 como Año de la Ciencia, iniciativa aprobada por el Congreso de los Diputados en el marco del debate sobre el estado de la nación en junio de 2006. En el decreto que lo constituye, se especifica que el Ministerio de Educación y Ciencia "impulsará un Plan Integral de Comunicación y Divulgación de la Ciencia y la Tecnología en España" con el objetivo fundamental de "acercar la ciencia y la tecnología a los ciudadanos fomentando su participación". Ahí va un paso más para dar a conocer la nueva asignatura del bachillerato.