miércoles, 27 de agosto de 2008

La Luna, otro pequeño gran salto para la humanidad

La Luna - el satélite natural de la Tierra - es el único cuerpo del sistema solar que ha visitado el hombre. El 25 de mayo de 1961, el Presidente John F. Kennedy, pronunció ante el Congreso de Estados Unidos las siguientes palabras:"Creo que esta nación debe proponerse la meta, antes de que esta década termine, de que el hombre pise la Luna y vuelva a salvo a la Tierra”. Ocho años después, el 20 de julio de 1969, millones de personas, pegadas a la televisión, contemplan como dos astronautas, Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin, pisan el suelo de nuestro satélite. Pero esta imagen solo se repitió cinco veces más. En 1972 la National Aeronautics and Space Administration (NASA) decide poner fin a los vuelos tripulados a la Luna. Desde entonces ningún ser humano ha regresado a ese lugar.


© 2008 Juan Miguel Suay Belenguer. Fuente NASA. (Pulsar la imagen para ampliar)

El 14 de enero de 2004, el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en un discurso ofrecido en las oficinas de la NASA en Washington, emulando a su antecesor, presenta la Vision for Space Exploration (VSE). Con esta denominación fija los objetivos de la NASA para las próximas décadas, siendo el más importante regresar con misiones tripuladas a la Luna, como primera etapa para llegar a Marte. Hay que “desarrollar y probar una nueva nave espacial, un Vehículo Tripulado de Exploración (CEV), hacia 2008, y realizar la primera misión tripulada no más tarde de 2014” asegura Bush. Este nuevo vehículo tiene dos propósitos, sustituir al actual transbordador espacial como lanzadera a la Estación Espacial y “llevar astronautas más allá de nuestra órbita a otros mundos”, concluía el Presidente.

Una constelación de vehículos espaciales hacia la Luna

El 19 de septiembre de 2005, el administrador general de la NASA Michael Griffin presenta en rueda de prensa el documento Exploration Systems Architecture Study (ESAS). Este informe técnico, de casi 800 páginas, estudia la viabilidad y los componentes necesarios para regresar a la Luna. “Se puede considerar una continuación del proyecto Apollo, que llevó al hombre a la Luna en 1969, y del actual transbordador espacial, cuyas últimas misiones se esperan para el 2010” especifica el administrador Griffin, en la presentación del ESAS.

El nuevo reto de la NASA, iniciado el año 2006, se conoce como Programa Constellation. Los elementos principales pueden verse en su página oficial en Internet (pulsar aqui). El programa consta del desarrollo de dos lanzaderas, la Ares I y la Ares V diseñadas para poner en orbita el vehículo tripulado de exploración Orión y el módulo de descenso lunar Altair. Para impulsar a estas dos naves hasta la Luna se necesita además lo que se conoce como etapa de salida de la órbita terrestre (EDS).

Con el fin de aprovechar tecnología y componentes, asegura en el sitio Web el Director General del Programa Constellation Jeff Hanley, “el cohete lanzadera Ares I cuenta con el impulsor de combustible sólido del actual transbordador espacial”, este lleva instalando encima una segunda fase equipada con un motor “similar al empleado en las misiones de los años 60” comenta Hanley. Arriba se ubicará la nave tripulada Orion, similar a las del proyecto Apollo, “pero tres veces más grande, por lo que tendrá sitio para cuatro astronautas” asegura el Director del Programa.

El Director Asociado del programa Orión Skip Hatfield, esta convencido de que “el sistema será, diez veces más seguro que el actual”, ya que al encontrarse el habitáculo de la tripulación en lo alto del Ares I, “no sufre posibles daños causados por piezas desprendidas durante el despegue, circunstancia que ocasionó la explosión del Columbia en su regreso a la Tierra el 1 de febrero de 2003” recuerda Hatfiel, además en el caso de que se produzca un accidente, “la cápsula Orion cuenta con un dispositivo de escape que se activa al menor problema durante el lanzamiento”.

Skip Hatfield también reconoce que “la vuelta a casa será también un viaje al pasado”, ya que la cápsula de los astronautas “regresará a la Tierra protegida por un grueso escudo térmico y frenará su descenso con grandes paracaídas y airbags”, además “la cápsula caerá sobre tierra y no en el mar, como las del proyecto Apollo” comenta Hatfiel. La diferencia la podemos encontrar que la capsula “podrá utilizarse hasta diez veces, una vez reemplazado el escudo térmico” concluye el director del proyecto.

El otro cohete, el Ares V, se empleará para poner en órbita el modulo de descenso lunar Altair junto con la etapa de salida de la orbita terrestre (EDS). Con el fin de poder elevar esta carga, asegura el Director del Programa de lanzaderas Ares John F. Connolly, el vehiculo espacial “cuenta con dos cohetes de combustible sólido como los del los transbordadores capaces de poner en órbita hasta 125 toneladas de carga útil”. Una vez en órbita el Altair y el ADS se unirán a la nave Orion para iniciar su camino hacia la Luna.

Una Luna llena de 181 posibilidades

Este nuevo desafío, al contrario que pasó en los años sesenta, no cuenta con el apoyo unánime de la comunidad científica estadounidense. El profesor de la University of Maryland y director de la American Physical Society Robert L. Park, opina que la exploración espacial tripulada es mucho más cara y arriesgada que las sondas no tripuladas, ya que con “mucho menos dinero generan grandes cantidades de información científica”. Park ha sido un ferviente detractor de la Estación Espacial Internacional (ISS).

Con el fin de intentar acallar estas críticas, en abril de 2006, el administrador general de la NASA Michael Griffin, inicia una serie de contactos con los representantes de las agencias espaciales de Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, Gran Bretaña, India, Italia, Japón, Rusia, Corea del Sur, Ucrania y de la Agencia Espacial Europea (ESA). El Jefe de Desarrollo Estratégico de la Exploration Systems Mission Directorate de la NASA Jeff Volosin, reconoce que desde el final del programa Apolo, "personas de todo el mundo han estado pensando en volver a la Luna, y en lo que les gustaría hacer allí" como la NASA planea enviar nuevamente astronautas a la Luna, decidimos en estos encuentros “consulta a más de mil personas del mundo de los negocios, del ámbito académico y a las trece agencias espaciales internacionales”, el resultado “una lista de 181 cosas que se pueden hacer en la Luna" anuncia Volosin.

El físico del Applied Physics Laboratory de la Universidad Johns Hopkins de Maryland (USA), Paul D. Spudis, opina que la NASA lleva más de cincuenta años dedicada a la exploración espacial, pero "hay todavía algo que no sabemos: ¿cuál es la mejor manera de explorar un planeta?" se pregunta Spudis. En opinión de este físico, “la Luna podría usarse como escuela taller donde probar nuevas técnicas de exploración planetaria”, además de ser un “observatorio astronómico privilegiado o un laboratorio de biología, física, química o ecología” asegura Spudis.

Sin embargo, la investigación científica básica representa sólo un tercio de estos 181 objetivos, más de la mitad de la lista son encontrar soluciones a los desafíos que implica aprender a vivir en un mundo hostil: desde proteger a los astronautas de la radiación o de los micrometéoros hasta establecer sistemas para la generación de energía, o cultivar alimentos en el árido suelo lunar, desprovisto de atmósfera. En opinión del director del Equipo de Arquitectura Lunar de la NASA en el Centro Marshall Tony Lavoie. "Queremos aprender a vivir del suelo y no tener que depender tanto de las provisiones de la Tierra".

La Luna también podría albergar algunas iniciativas comerciales. El director comercial de la oficina de la Commercial Crew & Cargo Program de la NASA, Alan Lindenmoyer destaca que en nuestro satélite se puede “generar y vender la energía obtenida de paneles solares, almacenar archivos de datos protegidos, explotaciones mineras, o realizar procesos industriales en condiciones de baja gravedad y alto vacío”, entre otras. Además, asegura Lindenmoyer, “las explotación turística y publicitaria de la Luna es una novedosa posibilidad”, podría hacerse “viajes organizados a lugares históricos de nuestro satélite, como el sitio del primer alunizaje” o colocar un robot teledirigido sobre la superficie lunar. La gente en la Tierra podría “pagar por turnarse para controlar el robot por Internet, lo que le permitiría dar un paseo virtual por la superficie lunar” comenta el director comercial.

domingo, 15 de junio de 2008

"The Museum of Earth History" el creacionismo a escena

El que crea aún que lo ha visto todo, no debe perderse este museo , allí podrá ver como Adán y Eva conviven con los dinosaurios y como las Torre de Babel dividió a la humanidad. Lo más grave es que el museo pretende mostrar que el creacionismo es una opción válida científicamente al mismo nivel que la teoría de la evolución.
Actitudes como esta son las que hacen que los que intentamos conciliar nuestra fe con la ciencia nos resulte cada vez más difícil.

viernes, 18 de abril de 2008

La voz del Neandertal

Si alguna vez se ha preguntado como hablaban nuestros antepasados hace más de 30.000 años, la respuesta la ha dado Robert McCarthy, un antropólogo de la Universidad Atlántica de Florida en Boca Ratón (USA), ha logrado reproducir como seria la voz un neandertal, según se publica en NewScientist.

McCarthy se basó en las reconstrucciones de los tractos vocales de los fósiles existentes de esta antigua especie de homínido con mas de 50.000 años de antigüedad. Con ayuda de un sintetizador de voz ha comparado la pronunciación del fonema “e”, en contraste con cómo podría sonar esta vocal en el siglo XXI. Veamos las diferencias

Voz neandertal

Voz humana actual

Puede saber a poco, pero el antropólogo estadounidense afirma que esta trabajando para conseguir sintetizar frases completas.

Este trabajo coincide con investigaciones recientes que afirman que los neandertales comparten con un humano moderno un gen que, en su ausencia provoca distintos desórdenes en el habla y el lenguaje.

martes, 15 de abril de 2008

Leonhard Euler, el Mozart de las matemáticas

En el libro Matemáticas para todos, publicado por la editorial Paidós, el periodista y matemático británico Ziauddin Sardar escribe: “es como si la sociedad se dividiese en dos clases de individuos. Los listos que entienden las matemáticas y el resto de los mortales”, para añadir a continuación, que la vida sin matemáticas sería “inconcebible, pues son el lenguaje que hace avanzar a la ciencia y a la tecnología”. El problema estriba en que las matemáticas requieren “técnica y talento”, igual que cualquier otra habilidad humana, “como por ejemplo la danza”, opina el matemático británico. Por lo tanto, igual que sólo las primeras figuras son capaces de una perfecta ejecución de un ballet de forma “sofisticada y exquisita”, la demostración de un teorema, concluye Sardar, puede “ser elegante y hermosa en manos de un genio matemático”. Uno de ellos es Leonhard Euler (1707 – 1783), el año pasado se cumplió el bicentenario de su nacimiento.

“No hay libro de matemáticas, física o ingeniería en donde no se encuentre el nombre de Euler” reconoce el profesor de mecánica en la Escuela Politécnica de la Universidad de Alicante, José Francisco Rubio Verdú. De este modo, “es injusto el desconocimiento sobre su vida y obra existente dentro del mundo de la cultura”, se lamenta el profesor, es como “borrar de la memoria colectiva las aportaciones a la música de Mozart o a la filosofía de Voltaire o a la pintura de Goya”.

“Euler posee una obra con más de ochocientos escritos”, dice el profesor del departamento de Historia de la Ciencia de la Universidad de Alicante, Antonio García Belmar, no sólo abarca disciplinas propias matemáticas tales como “la geometría, el álgebra o el análisis”, sino que las aportaciones a la física, astronomía, mecánica, hidráulica, ingeniería naval o artillería son “muy importantes, no por cantidad sino por calidad”, comenta Belmar.

El matemático y físico suizo Emil A. Fellmann, autor de una biografía de su insigne compatriota publicada por la editorial Birkhäuser, señala que “sus ideas estuvieron a la cabeza del mundo matemático de la época”. Sus formulas son usadas hoy en día, ya sea en el diseño del “casco o las velas de los barcos o la estructura de un edificio o un puente”, escribe Fellmann. Ramas de las matemáticas tales como el cálculo de variaciones, la teoría moderna de los números o la mecánica analítica, son obra de este genio de Basilea, por lo tanto, como científico debe ser colocado “al mismo nivel que Newton y Einstein”, concluye el autor del libro.

La lectura de esta biografía, muestra la vida de un hombre que adoraba la paz y la tranquilidad de una vida hogareña. Siempre rodeado de sus hijos y nietos, jugando con ellos a la vez que resolvía complicados problemas matemáticos. Se dice que era capaz de hacer operaciones con veinte cifras decimales y, repasadas hoy con modernas calculadoras, no se encuentra ningún fallo. Su formación clásica le hacía recitar de memoria la Eneida o la Odisea, ya que dominaba el latín y el griego. No era hombre que le gustara frecuentar los salones donde se reunía la nobleza con los intelectuales de la época, prefería el trabajo reposado en su casa con su familia.

A esto se unían sus fuertes convicciones religiosas. Fellmann narra como estando en San Petersburgo, en el año 1773, Euler coincidió con el filósofo francés Denis Diderot que, ateo convencido, se jactaba de poder refutar cualquier argumento que demostrara la existencia de Dios. Euler sabía que al filósofo no le interesaban las matemáticas, así que durante una cena y ante muchos testigos, Euler le dijo: “a más b elevada a la n, todo sobre n, igual a x; por consiguiente, Dios existe. Responder”. Al no saber que decir, Diderot se sintió tan ridiculizado que a los dos días regresó a Francia.

2007, un año de celebraciones

A lo largo del año 2007, se ha recordado en su ciudad natal su paso por la misma. Se han celebrado desde conciertos en la iglesia donde fue bautizado, hasta conferencias, congresos y exposiciones sobre su vida y obra, en la Universidad donde estudió. Otra iniciativa ha sido demostrar la actitud matemática de los ciudadanos de Basilea por medio de un particular concurso. Durante todo el año en los autobuses y tranvías de la ciudad se han colgado carteles en los que se proponen problemas matemáticos a los viajeros. Las soluciones se envían por correo electrónico a la organización, que concede un premio a las más originales, a la vez que las publica en su
página oficial.

En esa misma página Web, también hay una relación de los actos conmemorativos celebrados a lo largo de todo el mundo. Estas actividades van desde las más serias hasta las más lúdicas. Entre estas últimas, destaca el concurso de Sodokus organizado en la embajada suiza en Japón. Con este acto, se pretende recordar que fue el matemático suizo uno de los primeros en estudiar este popular pasatiempo japonés, conocido en su tiempo como “cuadrados latinos”.

A lo largo del año, la tumba del matemático en el cementerio de San Petersburgo es una visita obligada para científicos e ingenieros de todo el mundo, participantes en los congresos científicos celebrados en la ciudad báltica. Ésta ha sido la meta final del Euler study tour, un viaje de estudios por las ciudades donde vivió y trabajo el insigne matemático, organizado por una de las más prestigiosas asociaciones de matemáticos norteamericanos, la Mathematical Association of America , con el fin de celebrar este aniversario.

En España se celebra un encuentro organizado por el grupo de investigación en Historia de la Ciencia y de la Técnica del departamento de Matemática Aplicada I de la Universidad Politécnica de Cataluña. El profesor de este departamento y miembro del comité científico del congreso, Antoni Roca-Rosell, reconoce que los objetivos de esta reunión no sólo es “conmemorar el aniversario del nacimiento de Euler” sino transmitir a los participantes, por medio de su monumental obra, que la matemática es “una ciencia útil, dinámica, humana e interdisciplinar”.

Una vida ilustrada

La Academia de Ciencias Suiza ha promovido la publicación de un cómic con el título Leonhard Euler. A Man to be Reckoned With (Leonhard Euler. Un hombre a considerar) editado por la editorial Birkhäuser. El texto ha corrido a cargo de los hermanos Andreas y Alice K. Heyne y ha sido ilustrado por Elena S. Pini. Con esta edición, llevada a cabo en alemán e inglés, se pretende divulgar a jóvenes y adultos la vida del genio de Basilea.

Las primeras viñetas narran la infancia de Leonhard en casa de su padre, un pastor calvinista, molestado constantemente por las preguntas de su precoz hijo, más interesado en saber por qué gira una peonza o flota un barco, que en jugar con su caballo de madera. Esta curiosidad continúa cuando el joven Euler ingresa en la Universidad para recibir una educación al uso de la época, donde no sólo estudia matemática, sino teología, medicina, astronomía, física y lenguas orientales. A pesar de terminar con inmejorables calificaciones la Universidad, no puede lograr una plaza de profesor en Basilea. Por lo que, en 1727, vuelve a Rusia para trabajar en la Academia de Ciencias de San Petersburgo.

El cómic continúa, viñeta a viñeta, narrando como pierde la visión en un ojo por el exceso de trabajo en 1735 o su traslado a la Academia de Ciencias de Berlín en 1741 por la delicada situación política de Rusia. La estancia de Euler durante veinticinco años en la corte prusiana, se resume con una serie de ilustraciones, que cuentan los variopintos problemas que tenía que resolver a petición del rey Federico el Grande de Prusia, tales como conseguir que los surtidores de las fuentes del palacio subieran hasta 30 metros, complicados problemas de artillería o la lucrativa forma de realizar una lotería.

Esta historia gráfica prosigue con Euler regresando de nuevo a Rusia con su familia en 1766, tras un accidentado viaje con naufragio incluido. Nada más llegar pierde la visión del otro ojo, a causa de unas cataratas, por lo que vivió los últimos diecisiete años de su vida con una ceguera total que, en ningún caso, le hizo disminuir su ritmo de trabajo. La penúltima viñeta muestra la muerte del matemático suizo en 1783 mientras tomaba el té y estudiaba las leyes de la ascensión de los globos aerostáticos.

Se reserva el último dibujo del cómic para mostrar su monumental obra, se ve a unos estudiosos rodeados de cajas de archivo conteniendo manuscritos de Euler, en un bocadillo se lee: “El genio de Basilea, cuando murió a los 76 años, había calculado y escrito tanto que mucha gente desde 1907 hasta la actualidad, han estado ocupados en la publicación de sus obras completas pero… ¡aún queda para rato!”

Juan Miguel Suay Belenguer

domingo, 24 de febrero de 2008

La cometa eléctrica de Benjamín Franklin

Sin duda el más famoso de los experimentos científicos, en los que se vio implicada una cometa, fue el realizado en junio de 1752, por el científico y político Benjamin Franklin, el cual se encontraba realizando ensayos con electricidad, en uno de ellos elevó su famosa “cometa eléctrica” en un día de tormenta. Comprueba, a través de una llave atada a la cuerda, que se producen descargas eléctricas, llegando a demostrar la naturaleza del rayo, e inventando el Pararrayos:

"Fabrique una pequeña cruz con dos tiras delgadas de cedro. Los brazos de la misma deben tener la suficiente longitud como para abarcar las cuatro esquinas de un pañuelo de seda extendido; ate las esquinas del pañuelo a cada uno de los extremos de la cruz y ya tiene el cuerpo de una cometa que, convenientemente completado con una cola, una anilla y cordel, se elevara por los aires, al igual que los que se confeccionan con papel; claro que al ser seda aguantará mejor, sin rasgarse, una tormenta de agua y viento. En el extremo superior del palo longitudinal de la cruz se fija una punta metálica muy afilada, que debe sobresalir un pie, o más, de la madera. En el extremo inferior del cordel, próximo a la mano, debe atarse una cinta de seda, y se puede atar una llave donde se une aquél y la cinta. Esta cometa debe remontarse cuando se aviste una tormenta eléctrica, y la persona que sostenga la cuerda debe situarse en el vano de una puerta o ventana, o bajo algún otro lugar cubierto, con el fin de que no se moje la cinta de seda; también debe procurar que la cuerda no roce el marco de la puesta o la ventana. Tan pronto como se ciernan sobre la cometa algunas nubes tormentosas, la aguzada punta atraerá el fuego eléctrico que hay en ellas, y la cometa, al igual que la cuerda, quedará electrizada, y las hilachas del cordel se erizarán y experimentarán la atracción de un dedo que se les acerque. Y cuando la lluvia haya mojado la cometa y la cuerda, quedando en condiciones de conducir libremente el fuego eléctrico, comprobará que fluye con abundancia de la llave en la proximidad de su articulación. En esta llave se puede cargar la redoma y con el fuego eléctrico así obtenido se pueden inflamar los alcoholes y se pueden realizar todos los demás experimentos eléctricos que generalmente requieren el frotamiento de un tubo de cristal; por lo tanto, queda demostrada sin lugar a dudas la identidad de la materia eléctrica del rayo"

Benjamin Franklin. The Pennsylvania Gazette, 19 de Octubre de 1752

Ni que decir tiene el gran riesgo que corrió Franklin en este experimento, posteriormente otros científicos, que osaron repetir el mismo, murieron en el intento. Que a nadie se le ocurra repetirlo.

domingo, 3 de febrero de 2008

Ciencia para la ciudadanía

La actual Ley Orgánica de Educación (LOE) crea para bachillerato una nueva asignatura denominada Ciencias para el Mundo Contemporáneo.

Con el objetivo de despertar el interés por la ciencia de las generaciones futuras, esta materia se impartirá tanto en las especialidades de ciencias como en las de humanidades. El uso del periodismo científico como fuente de material didáctico es, en opinión del profesor Titular de Filosofía de la Ciencia de la Universidad Nacional a Distancia (UNED), Jesús Bonilla Zamora, "una opción a considerar".

La Tercera Encuesta Nacional sobre la Percepción Social de la Ciencia, confeccionada por la Fundación Española de la Ciencia y Tecnología (FECYT) en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), destaca en su avance publicado a finales de 2006 que "la valoración social de los científicos e investigadores y de las instituciones en las que desarrollan su labor es muy positiva, pero el interés por la ciencia y la tecnología es muy moderado". Refleja, además, que un 65% de los encuestados están en contra de que se recorte el gasto en ciencia y tecnología aunque, a la hora de elegir temas a los que dedicar más presupuesto público, la ciencia no ocupa un lugar destacado: aparece en el sexto lugar de una lista de nueve posibles ámbitos.

El 53% reconoce haber recibido una baja formación científica, mientras que el 48% considera que los medios de comunicación no cubren adecuadamente las necesidades informativas sobre ciencia y tecnología. Resultados como éstos ponen de manifiesto la necesidad de dedicar esfuerzos para conseguir un mayor interés por divulgar la ciencia a la sociedad.

La nueva asignatura planteada por la LOE tiene la peculiaridad de que deberá ser cursada por todos los alumnos de bachillerato, independientemente de su especialidad. Y es que, nace con la finalidad de que los estudiantes sean capaces de "formarse opiniones fundamentadas sobre cuestiones científicas y tecnológicas" y de que puedan "conocer el significado cualitativo de algunos conceptos, leyes y teorías".

El carácter común de esta materia intentará paliar la escasa base cultural científica que aqueja actualmente a aquellos alumnos que optan por las letras en bachillerato. Es un hecho que durante cualquier reunión social entre personas con una titulación universitaria en humanidades, nadie reconocería su desinterés por el arte, el teatro o la literatura. Pero, ante cuestiones científicas, es probable que una gran mayoría responda sin ningún rubor: "yo de eso no entiendo, soy de letras".

Sin embargo, y tal y como recuerda la LOE, el reto para una sociedad democrática es que la ciudadanía "tenga conocimientos suficientes para tomar decisiones reflexivas y fundamentadas sobre temas científico-técnicos de incuestionable trascendencia social" y poder "participar democráticamente en la sociedad para avanzar hacia un futuro sostenible para la humanidad".

Por ello, la asignatura de Ciencias para un Mundo Contemporáneo pretende, según el currículo propuesto por el Ministerio de Educación y Ciencia, que los alumnos "aprendan a distinguir la información científica de la que no lo es y conozcan las reglas básicas de la investigación, poniendo también especial hincapié en sus limitaciones y errores". Del mismo modo, intenta que los estudiantes pongan en práctica "actitudes y valores sociales como la creatividad, la curiosidad, el antidogmatismo, la reflexión crítica y la sensibilidad ante la vida y el medio ambiente", todos ellos "útiles para el avance personal, las relaciones interpersonales y la inserción social".

Este mismo documento expone los contenidos mínimos de la asignatura, que tratan desde las teorías actuales que explican el origen del Universo, la formación de la Tierra o el nacimiento de la vida en ella, hasta la importancia de la salud, los avances médicos, la ingeniería genética o la clonación y sus implicaciones bioéticas. No se olvida de analizar las causas del calentamiento global y los compromisos necesarios para atajar sus efectos.

Hay también una parte dedicada a los materiales de última generación y la importancia del reciclaje, así como a las nuevas tecnologías como Internet o la telefonía móvil. El desarrollo de todos estos contenidos deberá de aparecer en los futuros libros de texto que se confeccionen para esta asignatura, que se espera poder impartir en el curso 2008/09.

EL PAPEL DEL PERIODISMO CIENTÍFICO EN LA NUEVA ASIGNATURA

El uso del periodismo científico como material didáctico para esta nueva asignatura es una opción a considerar como alternativa a un libro de texto. En esta línea, el profesor Titular de Filosofía de la Ciencia de la UNED, Jesús Zamora Bonilla opina que el objetivo de esta asignatura "no es tanto el de transmitir un conocimiento técnico sobre las materias científicas, sino el de que el alumno se familiarice con las implicaciones sociales y culturales de la ciencia". Se trata de que adquiera una visión "lo más correcta posible de cómo funciona la investigación científica y cuáles han sido los descubrimientos más relevantes".

El currículo de la asignatura "no es un conjunto cerrado de contenidos", sino "una propuesta flexible que se debe y se puede ajustar a los intereses personales y colectivos de cada momento y lugar", explica Zamora, e insiste en que, por ello, el uso de los medios de comunicación es "totalmente recomendable como material básico, tanto en el aula, como para el trabajo de los alumnos" porque la información científica es cada vez "más habitual en la prensa escrita y en la televisión, por lo que ofrece un material muy interesante".

Sin embargo, el papel didáctico de los medios de comunicación no está muy reconocido entre los profesores de ciencias encargados de impartir esta nueva asignatura. El profesor de secundaria de Física y Química del Colegio Sagrado Corazón de Jesús - Gutenberg de Madrid, Santiago Clúa Nieto, reconoce que las noticias en los medios de comunicación "desinforman más que informan". Explica que sus alumnos comentan noticias que ven en televisión "dándole el mismo valor que lo que ven en clase". Si se contradice con lo que se enseña, "piensan que es el profesor el que se equivoca".

Por otro lado, durante el curso de verano de la UNED celebrado en Denia (Alicante) el pasado mes de julio, el profesor Titular de Periodismo Especializado de la Universidad Carlos III de Madrid, Carlos Elías, recuerda que los medios de comunicación son "los formadores de la opinión pública", un hecho del que "conviene sacar partido". Además, Elías insiste en que un buen artículo de un periodista científico "puede ofrecer una visión del hecho del que se pueden sacar enseñanzas". Asimismo, afirma que la formación del profesorado en el uso de los medios de comunicación en el aula "no es la existente en otros países" pero el trabajo que llevan realizando asociaciones de profesores como el Grupo Comunicar en Andalucía "ha permitido que el uso de los medios en el aula se vaya divulgando".

LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS EN EUROPA

El Eurobarómetro de 2005, señalaba que tan sólo el 15% de los europeos está satisfecho con la calidad de la enseñanza de las ciencias durante su etapa de educación obligatoria. El experto pedagogo y catedrático del King's College de la Universidad de Londres, Jonathan Osborne, refiriéndose al modo de enseñar las ciencias señaló en una entrevista, publicada en el diario El País el 15 de mayo de 2006, que la ciencia se presenta de una manera "muy autoritaria, con falta de pedagogía y capacidad de transmisión." Osborne considera que la ciencia "no es fácil" porque el conocimiento es "acumulativo" y su aprendizaje "requiere disciplina y esfuerzo con pocos resultados a corto plazo". A esto se añade la circunstancia de que haya "muy pocos profesores buenos de ciencias", dando lugar a que los alumnos "se interesen poco las asignaturas científicas"

Un informe, publicado en abril de 2006, elaborado por un grupo de expertos para la comisión para la Ciencia e Investigación del Parlamento Europeo, presidida por el ex primer ministro francés y actual eurodiputado socialista, Michel Rocard, pone de manifiesto que la mayoría de los profesores "utilizan una metodología que aboca a los alumnos a memorizar los conceptos científicos más que a su comprensión".

Esta opinión es compartida por el catedrático de ciencias naturales del Instituto Badia del Baver de Alicante, Daniel Climent i Giner, que afirma que muchos de sus compañeros "imparten su asignatura apoyados completamente en un libro de texto". Esto, que es muy cómodo para el profesor, hace que los alumnos, "adquieran unos conceptos totalmente teóricos y sin saber realmente qué papel juegan en la vida cotidiana". En su opinión, la mejor forma de aprender es "cuestionándose el porqué de las cosas", y así mirar a la ciencia como "un instrumento que permite conocer, interpretar y cambiar el mundo".

Así pues, el debate sobre la importancia de la enseñanza de las ciencias en la sociedad coincide con la declaración de 2007 como Año de la Ciencia, iniciativa aprobada por el Congreso de los Diputados en el marco del debate sobre el estado de la nación en junio de 2006. En el decreto que lo constituye, se especifica que el Ministerio de Educación y Ciencia "impulsará un Plan Integral de Comunicación y Divulgación de la Ciencia y la Tecnología en España" con el objetivo fundamental de "acercar la ciencia y la tecnología a los ciudadanos fomentando su participación". Ahí va un paso más para dar a conocer la nueva asignatura del bachillerato.

jueves, 24 de enero de 2008

El Papa en "La Sapienza"

Esta es la parte final del discurso que el Papa Benedicto XVI no pudo leer el pasado día 16 de enero en la Universidad de La Sapienza en Roma:

¿Qué tiene que hacer o que decir el Papa en la universidad? Seguramente no debe tratar de imponer a otros de forma autoritaria la fe, que sólo puede ofrecerse en libertad. Más allá de su ministerio de pastor en la Iglesia y sobre la base de la naturaleza intrínseca de dicho ministerio pastoral, es su misión mantener despierta la sensibilidad a la verdad e invitar una y otra vez a la razón a salir en busca de la verdad, del bien, de Dios y, por ese camino, estimularla a vislumbrar las luces útiles surgidas a lo largo de la historia de la fe cristiana y a percibir así a Jesucristo como la Luz que alumbra la historia y que ayuda a encontrar el camino hacia el futuro.

Días después durante la celebración del ángelus se dirigió a todos los estudiantes y profesores presentes en la plaza de San Pedro con estas palabras: Os aliento a todos a respetar siempre las opiniones de los demás y a buscar, con espíritu libre y responsable, la verdad y el bien. ¿Es esto ser un Papa intolerable?...